Cada viola de gamba creada por el maestro lutier, Pablo Fernández Romero, es el resultado de una búsqueda constante de equilibrio entre tradición, precisión técnica y sensibilidad artística. Su trabajo se basa en el uso de maderas nobles —arce, abeto, peral y ébano— seleccionadas por sus cualidades acústicas y estéticas, talladas y ensambladas manualmente con herramientas tradicionales. Inspirado por los instrumentos históricos, ha desarrollado modelos propios como la viola de gamba Nicolás Bertrand, una reinterpretación de un diseño barroco del siglo XVIII adaptada a las necesidades contemporáneas de los intérpretes. Este enfoque le permite mantener la fidelidad histórica sin renunciar a la comodidad y proyección sonora que exige la escena actual. Cada instrumento, compuesto por unas treinta piezas de madera, se realiza sin elementos metálicos y con acabados totalmente artesanales, reflejando un profundo respeto por el oficio y la materia prima.
Su labor trasciende la construcción instrumental: es un defensor activo de la lutería como patrimonio cultural vivo y como modelo sostenible de creación. Participa en proyectos como Rompemoldes, que impulsa la artesanía en el entorno urbano y fomenta la inclusión social, además de colaborar con conservatorios, festivales y universidades donde comparte sus conocimientos con nuevas generaciones de músicos. Comprometido con la sostenibilidad, selecciona materiales de origen controlado y aplica procesos de bajo impacto ambiental, produciendo piezas duraderas pensadas para resistir el paso del tiempo. Miembro del Gremio de Luthiers y Arqueros de España (GLAE), combina tradición y experimentación, incorporando herramientas digitales sin perder el carácter humano del trabajo artesanal. Su obra es testimonio de una artesanía viva que une pasado y presente, arte y técnica, emoción y precisión sonora.





