Desde sus orígenes, en el primer cuarto del siglo XVIII, Gordiola ha producido piezas tradicionales de estilo aragonés y catalán, incorporando técnicas venecianas como la filigrana del latticinio. Finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX es un periodo que se caracteriza por una producción popular de coloración verdosa, destacando los porrones, botijos, jarrones, orzas para miel, botellas para farmacias, botellas de vino, etc. A lo largo del siglo XIX las formas se vuelven más elegantes y estilizadas, momento en el que la técnica es excelente y se incorpora una variedad de colores, predominando el amarillo y el rojo. Tras la crisis de la Primera Guerra Mundial y la recuperación con la Exposición Internacional de Barcelona en 1929, Gordiola vuelve a las formas tradicionales y al diseño propio hasta la actualidad. Con sus 15 trabajadores, hoy en día Gordiola llega a producir hasta 10.000 piezas al año, que se exportan por todo el mundo. Ganó el Premio Ramón Llull de las Islas Baleares en 2020, y el Ministerio de Cultura y Deporte lo eligió como representante, junto a la Real Fábrica de Cristales, al declarar la técnica del vidrio como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.

www.gordiola.com