Baku Barrikupel es un taller de diseño y artesanía nacido de una profunda responsabilidad medioambiental y del deseo de dar una segunda vida a los materiales. Fundado por un padre artesano y su hija diseñadora, el proyecto combina tradición y contemporaneidad a través de la reutilización del roble de barrica de vino —material noble y cargado de historia— junto a otros como el contrachapado y el plástico, demostrando que la coherencia y el respeto por la materia pueden generar resultados extraordinarios. En su proceso creativo, cada elemento se trabaja con precisión: el roble y los acabados se trabajan manualmente, el contrachapado mediante maquinaria de control numérico, y recuperan la translucidez del plástico para crear efectos de luz únicos. Su producción abarca desde lámparas y mobiliario hasta menaje artesanal, con un enfoque que une diseño exclusivo, sostenibilidad y accesibilidad, permitiendo que cada persona pueda disfrutar de un objeto con alma e historia.
El taller, ubicado en un pequeño pueblo de apenas cincuenta habitantes, representa un ejemplo inspirador de emprendimiento rural y de artesanía del siglo XXI. Desde este entorno, Baku Barrikupel reivindica la necesidad de unir el diseño con la artesanía para garantizar el futuro de los oficios tradicionales y promover una nueva forma de entender la creación responsable. Su trabajo se apoya en cuatro pilares —diseño, reutilización, artesanía y ruralidad— que se entrelazan en cada pieza. Además de su producción, el taller abre sus puertas al público con visitas y actividades culturales, como conciertos o encuentros con otros creadores, impulsando un modelo de artesanía viva, sostenible y comprometida con su entorno.
